
FELICIDAD
La felicidad es el destino del hombre. Todos ser humano anda en perpetua busca de la felicidad. La felicidad no mora entre los ruines ideales del egoísmo, ociosidad y discordia. Por el contrario, es amiga de la armonía, de la verdad, belleza, cariño y sencillez.
Por ello en la pagina 291 del libro transcribí aquello que pensaba sobre la felicidad;
«Nosotros contaminamos nuestras vidas con siniestros pensamientos y emociones pasionales, con nuestros temores, recelos, sospechas, odios, venganzas, rencores, desconfianzas, egoísmos y codicias, que son como el cieno que atormenta el alma. Todo ser humano necesita de un maestro, de un padre, de un amigo; necesita de la escritura, del arte, de la sonrisa de poetas y trovadores para purificar el alma y ser feliz.
Por ello hoy me despido, recordando que la felicidad no está fuera de nosotros mismos ni tiene otros límites que los que nosotros mismos le señalamos.