PREMIO
Este fin de semana, yendo por la Via Olímpica de Barcelona, observé la maestría de un patinador, y me acerqué a preguntarle como había aprendido a patinar tan bien, a lo que éste me respondió sonriendo:
– Pues no tuve que hacer más que levantarme cada vez que caía y volver a empezar.
Los premios en la vida son para quienes se esfuerzan en merecerlos.
Por ello en la página 319 del libro:
-Iskandar, tu corazón debe rebosar de esperanzas y promesas siempre. No manifiestes recelo ante tu porvenir. Si alguna vez caes yo te recogeré. Hablar de fracasos es traicionar a nuestro Creador. La Juventud equivale a victoria. Llegaremos a Toledo y encontraremos aquello que buscamos, tenlo por seguro. Y si no es así, solo el intento habrá valido la pena.